Zapatos de comunión o sandalias

Cuando toca escoger zapatos comunión niñas muchos padres se plantean si mejor zapatos clásicos o sandalias. Pero aquí vamos a ir más allá. No se trata de decidir si es mejor zapatos o si son preferibles las sandalias. Hay que abrir el abanico de posibilidades ya que son muchas las ofertas del mercado hoy en día:

-Zapatos clásicos. Se llevan la palma las típicas merceditas o los zapatos de pulsera al tobillo. Son cómodos y muy elegantes, perfectos para quienes quieran un look tradicional.

-Bailarinas. Las bailarinas para la comunión son tendencia por su gran comodidad. Las encontrarás forradas con encaje y con adornos para hacerlas todavía más elegantes, pero unas sencillas bailarinas de piel pueden quedar perfectas con cualquier traje.

-Sandalias. Son algo más informales, pero ideales para esas niñas que quieren romper un poco con la imagen clásica. Si las sandalias son el calzado que tu hija usa más en verano, escoge unas bonitas y acordes al vestido y estará ideal. Así, no te encontrarás con un calzado que no se vaya a utilizar más. En las sandalias la clave está en la sencillez y en algún pequeño detalle que las haga diferentes de las de diario.

-Zapatillas de esparto. Puede parecer que no son adecuadas para una primera comunión, pero más de una firma de calzado ofrece estas zapatillas adaptadas para que resulten ideales para llevar con el vestido de primera comunión. Casan especialmente bien con los vestidos que llevan complementos florales como cinturones o diademas, ya que tienen un look más rústico sin dejar de ser elegantes. Te sorprenderá lo bien que pueden quedar estas zapatillas, que están realizadas en encaje y que pueden tener adornos de pedrería, con cualquier vestido. 

-Zapatillas deportivas personalizadas. Son ideales para aquellas personas más rompedoras, pero también para niñas que llevan plantillas correctoras y no pueden usar otro tipo de calzado. Algunas tiendas las tienen ya adaptadas para Primera Comunión, pero lo normal es que haya que echar mano de la imaginación. Las zapatillas tienen que ser totalmente blancas y se forran con una tela de encaje, ya sea total o parcialmente para darles un toque festivo. Se cambia el cordón de las zapatillas por una cinta de la misma tela que el vestido o, directamente, un lazo de gasa ancho. Así, se consigue un toque especial sin que la pequeña se sientan diferente al resto de niñas por tener que poner un calzado especial.