MI GIMNASIO AL LADO DE CASA

Hace ya unos cuantos años que han cerrado el gimnasio al que solía ir siempre. Me gustaba ese gimnasio porque aparte de ser un gimnasio normal también tenía una piscina bastante aceptable para estar dentro de un edificio, pero por desgracia de un día para otro me dijeron que iban a cerrar. Lo primero que me dijeron era que iban a cerrar un par de meses para poder arreglar unos desperfectos que habían surgido en la zona de la piscina, pero al final cerró para no volver a abrir lo cual no me vino nada bien. Siempre he sido una persona bastante gruesa pero en los meses que llevaba yendo al gimnasio había perdido un montón de peso e ir a la piscina a diario había mejorado mucho mi capacidad pulmonar que viviendo en una ciudad llena de cuestas es algo a valorar muy mucho.

Ese gimnasio estaba regentado por un señor mayor y su hijo que se dedicaba a competir en las pruebas de strongman para ver si era el más fuerte de España. Al final un año consiguió ganar ese título y su padre para conmemorarlo le encargó a una empresa de Imprimir expositores y banderolas para que le imprimiesen  unos expositores de su hijo con el cinturón de campeón. Un día no me pude resistir y le pedí permiso al hijo del dueño del gimnasio para poder hacerme unas fotos con su cinturón puesto, y me dejó hacerme unas fotos sin problema, ya que nos llevábamos bastante bien.

Me fastidió mucho que me cerrasen el gimnasio, más que nada porque lo tenía a menos de cinco minutos de mi casa y era muy cómodo paras ir cada día, y ahora para poder ir a una piscina lo suficientemente grande para poder nadar tengo que andar varios kilómetros o tener que coger el coche que era algo que no me apetecía nada y por ahora sigo teniendo la esperanza de que ese gimnasio vuelva a abrir aunque sea con otra gerencia, aunque me parece que eso no va a ser posible porque a menos que le hagan un lavado de cara al local lo van a tener complicado para venderlo o alquilarlo.