La reproducción asistida y su importancia en seguros de salud

Casi 2 de cada 10 parejas reconoce la imposibilidad de tener hijos por problemas de fertilidad. Las enfermedades y trastornos responsables de la infertilidad son más habituales de lo que pueda imaginarse. Por ello, cada vez más personas optan por la reproducción asistida para formar familia.

 

Contratar seguro médico con reproducción asistida es la única solución para miles de parejas en situación de infertilidad, debido a los requisitos de acceso de este tratamiento a través de la sanidad pública, como el índice de masa corporal determinado o el rango de edad adecuado, entre otros.

 

La reproducción asistida engloba un conjunto de técnicas «que comprenden la inseminación artificial, la fecundación in vitro e inyección intracitoplásmica de espermatozoides con gametos propios o de donante y con transferencia de preembriones, y la transferencia intratubárica de gametos», citando el Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD).

 

Así, el objetivo de la reproducción asistida es favorecer el embarazo mediante diversas técnicas y métodos biomédicos de fertilidad. Las pólizas de seguro que la incluyen, cuentan con coberturas y servicios orientados al logro de este objetivo.

 

Los asegurados disponen, de este modo, de procedimientos médicos relacionados, como la inseminación artificial, incluyendo todos los procesos desde la obtención del esperma. La fecundación in vitro, por su parte, es otro servicio indispensable en seguros médicos que dan soporte a pacientes que solicitan la reproducción asistida.

 

Los usuarios también tienen derecho a solicitar un estudio de infertilidad que arroje luz acerca de las causas que imposibilitan la descendencia. Como parte de esta cobertura, se realizan ecografías, análisis de sangre y de semen o informes hormonales, que por lo general permiten conocer los motivos detrás de la infertilidad de uno de los miembros de la pareja.

 

Determinadas pólizas pueden incluir la transferencia de embriones o las biopsias testiculares, aunque se recomienda consultar la letra pequeña de las compañías aseguradoras acerca de la disponibilidad de estos servicios.